Además de esa potencia y torque, la aerodinámica activa de vanguardia, los frenos de carbono-cerámica y la suspensión trasera con amortiguadores semiactivos son otros elementos clave para que el Mustang GTD pueda buscar la meta de hacer una vuelta oficial por debajo de siete minutos en el circuito de Nürburgring, en Alemania. La prueba se realizará este año.

“Estamos enfocados desde el primer día en hacer del Mustang GTD el primer superdeportivo con rendimiento de clase mundial y el alma de un Mustang”, dice el ingeniero jefe del programa Mustang GTD, Greg Goodall. “El corazón del GTD es su V8 de 5,2 litros sobrealimentado, con más potencia por litro que el Porsche 911 GT3 RS.”

Como principal cambio, el nuevo V8 es el primero de la línea con un sistema de cárter seco, que ayuda a mantener la lubricación en curvas largas y pronunciadas. Este sistema de gestión del aceite también permite que el motor tenga una rotación máxima ligeramente mayor, de 7.650 rpm, 100 rpm más que el V8 de 5,2 litros anterior. Sistema de admisión y escape revisados, escape de titanio y una polea del supercargador más pequeña son otros avances.

Además de la potencia para alcanzar la velocidad máxima de 325 km/h, el Mustang GTD cuenta con un sistema de reducción de arrastre que altera el ángulo del alerón trasero y activa los flaps delanteros para mantener el equilibrio ideal entre el flujo de aire para aumentar la velocidad y la fuerza descendente para la adherencia, según la condición de rodaje.