El Williams de Franco Colapinto tendrá mejoras para la próxima carrera de la Fórmula 1 en Estados Unidos
El impacto que provocaron las actuaciones de Franco Colapinto en la Fórmula 1 lo ponen en el centro de la escena de cara a lo que será la temporada 2025. Cuando todavía restan seis fechas para el final del calendario de este año, son muchos los que creen que el joven piloto argentino merece asegurar una butaca en la grilla para el futuro próximo.
Más allá de las negociaciones que lidera el jefe del equipo James Vowles, en las últimas horas se conoció que Colapinto tendrá una mejora en su monoplaza para lo que será el Gran Premio de Estados Unidos, a correrse el fin de semana del 18 al 20 de octubre en el circuito de Austin, en Texas.
Williams llevó a cabo importantes revisiones técnicas en su coche, específicamente en la suspensión delantera. En el Gran Premio de Singapur, introdujeron una versión mejorada de la suspensión que no solo reduce el peso del coche, sino que también optimiza el patrón de flujo aerodinámico hacia la parte trasera del vehículo.
Pat Fry, director técnico de Williams, dio detalles de dicha actualización: “Hemos modificado la mayor parte de la suspensión. Al final, un pequeño detalle aquí lleva a cambiar otro detalle, así que hemos cambiado casi todo, desde los propios elementos de la suspensión hasta los conductos de refrigeración de los frenos, todo es diferente”. Esta modificación busca un mejor rendimiento del equipo con las actualizaciones que se habían presentado previamente en la carrera en Zandvoort.
Según indicó el medio especializado Motorsport, la nueva suspensión, además de ofrecer mejor manejabilidad para los pilotos del equipo, fue diseñada para funcionar en conjunto con el paquete aerodinámico introducido en el GP de Países Bajos. “En cuanto a la parte aerodinámica, esta nueva suspensión es un paso razonable. También hemos conseguido reducir algo de peso”, agregó Fry.
En Singapur, Williams apostó por la actualización para el auto de Alex Albon, quien llevó la única unidad de la nueva suspensión mientras que Colapinto continuó con la especificación antigua. Sin embargo, ambos coches mostraron mejoras significativas en términos de manejabilidad.
El argentino tuvo una destacada actuación en Singapur, en lo que fue su segunda prueba en un trazado callejero y de la exigencia del circuito de Marina Bay. Luego de ganar varias posiciones en la salida, luchó por mantenerse entre los diez primeros. A pesar de perder la décima plaza debido a un undercut del Red Bull de Sergio Pérez, Franco demostró su talento en una pista que es conocida por su dificultad, especialmente para aquellos que no compitieron antes.
Todo lo contrario sucedió con Albon, que tuvo que abandonar temprano en la competencia por el sobrecalentamiento del coche debido a la rotura de uno de los conductos que llevan aire fresco a los radiadores. Este problema evidenció las dificultades que aún enfrenta el FW46 a pesar de las mejoras incorporadas.
De esta manera, la intención del equipo será usar la nueva suspensión también en el coche de Colapinto en Estados Unidos. La revisión incluye cambios en las cubiertas de carbono de prácticamente todos los elementos de la suspensión hacia la zona de fijación de la rueda, desde el triángulo superior al inferior, incluido el puntal. “Tenemos que verlo también en otros circuitos, pero si se comporta como en el simulador, entonces será una ayuda importante”, explicó Pat Fry.
La decisión de implementar estas mejoras progresivamente forma parte de una estrategia específica del equipo para dominar mejor las distintas pistas del campeonato, cada una con sus propias exigencias y desafíos. Además de la suspensión, también revisaron la zona de entrada del conducto de refrigeración de los frenos, cambiando la forma de la superficie superior para permitir un mayor flujo de aire.
Colapinto se destacó en sus tres primeras carreras de F1 en las que terminó en el 12° puesto en su debut en Italia, luego sumó sus primeros cuatro puntos al culminar octavo en Azerbaiyán, y fue 11° en Singapur, la carrera más dura del año con 60 grados arriba del auto, 90 por ciento de humedad y una exigencia extrema, dado que los pilotos pierden hasta cuatro kilos en el trazado.