Herencia Citroën: Traction Avant

Citroën Argentina creó el Programa HERENCIA CITROËN, donde la marca recorrerá los principales modelos y los atributos más destacados de cada uno de ellos que pudieron disfrutar los clientes argentinos en las diferentes décadas.
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En este primer capítulo el turno es del tan deseado Traction Avant, que fue un gran éxito tanto en Argentina como en el Mundo. 

Quizás el automóvil más innovador del mundo. La Traction Avant no inventó las tecnologías que la hicieron famosa: suspensión independiente, construcción monocasco, tracción delantera, frenos hidráulicos; pero la combinación de ellas fue única.

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Esto comenzó en 1934. La adopción temprana de CITROËN de estas tecnologías significó que la Traction Avant no solo era alrededor de un 25 por ciento más ligera que la mayoría de los rivales de la época, sino que se veía radicalmente diferente. Sin árbol de transmisión en las ruedas traseras, era espaciosa por dentro, sin un chasis separado ni carrocería de carrocería, era bajo, ligero y ágil.

Traction Avant significa literalmente 'tracción delantera', aunque el nombre oficial era numérico y se refería a la potencia fiscal del automóvil. Un automóvil que estaba tan adelantado a su tiempo que todavía se sentía contemporáneo más de dos décadas después. Se produjo entre los años 1934 y 1957. Cuando se presentó en Abril de 1934, el primer modelo se denominó 7cv.

Los primeros Traction Avant estaban equipados con un motor de 4 cilindros 1303cc 32hp, y rápidamente este motor evolucionó a 1529cc 35hp. En octubre de 1934 aparece la familia 11cv, también con un motor de 4 cilindros, pero de 1911cc 46hp. Se ofrece la versión “légere” o “Normal”.

En 1938 aparece y complementa la gama, una versión más poderosa, denominada 15Six, con un motor de 6 cilindros 2867cc.

Todos usaban una caja de cambios de tres velocidades, cuya palanca, al estilo típico de Citroën, sobresalía verticalmente del tablero.

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El diseño exterior del Traction Avant es cautivante, con sus ejes rodantes tan cerca de los límites de la carrocería y su baja altura por la ausencia del chasis, da la sensación de movimiento aún con el auto estático.

Además, la carrocería monocasco le otorgaba grandes ventajas que lo adelantaban a su tiempo: Aerodinamia, porque el vehículo era más bajo y eso le daba una menor superficie frontal, reduciendo la resistencia al aire. Peso: Al ser monocasco, la eficiencia del conjunto ofrecía una notable reducción de peso que representaba una mejora en el consumo. Seguridad: La carrocería tenía una rigidez tal, que soportaba impactos inimaginables para aquellos años.

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La suspensión independiente y las barras de torsión sobre el eje trasero, le otorgaba un confort de marcha excepcional, dándole una estabilidad en ruta inédita hasta la fecha.

El interior disponía de un piso totalmente plano, gracias a que no tenía el túnel para la típica transmisión trasera, utilizada hasta ese momento en los autos de tecnología más antiguas.

En la parte delantera, hay una manija de arranque insertada en la vasta parrilla delantera (por si acaso), pero afortunadamente el motor de arranque con sonido asmático cumplió con su deber y el motor de cuatro cilindros cobró vida con un rugido. La caja de cambios de tres velocidades se opera a través de una especie de compuerta en H vertical; sorprendentemente fácil de trabajar en la realidad.

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Lo más sorprendente es cómo los controles, además de la dirección sin ayuda, se sienten livianos, fáciles e incluso modernos de operar. Hay un clic satisfactorio en el cambio de marchas, los frenos de tambor son lo suficientemente fuertes para el tráfico moderno y el motor es sorprendentemente manejable. Se mueve maravillosamente desde bajas revoluciones (rpm): se decía que la marcha más alta en una Traction Avant era 'buena para todo, desde 6 mph hasta 60 mph', lo que hace que sea realmente fácil conducir sin problemas.

En cuanto al confort, fue una revolución en ese momento gracias a esa suspensión moderna y la carrocería súper rígida. Se mantiene hoy: el agarre a la ruta, la comodidad de conducción y la robustez general se sienten realmente impresionantes

Este icónico modelo de Citroën, no solamente fue súper vanguardista con sus soluciones técnicas, sino que además fue un éxito de ventas, con una producción de 759.123 unidades fabricadas.

La gama Traction Avant se mantuvo desde 1934 hasta 1957 y en esta larga trayectoria su abanico de modelos fue enorme: Sedan 4 puertas, cabriolets, falso-cabriolet, comercial, familiar y limusina. Su mayor evolución la logró en 1954 cuando se lanzó el 15Six H, buque insignia de la Marca, vehículo que contó con tracción delantera, motor de 6 cilindros y la innovadora suspensión hidroneumática sobre el eje trasero.

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Además, fue un vehículo donde muchísimos carroceros expresaron su arte, incluyendo las famosas versiones presidenciales desarrolladas por Henri Chapron para el presidente de Francia, el General De Gaulle.

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