Cómo nació uno de los grandes referentes de la historia moderna de los SUV
Más allá que el segmento de los SUV tomó una principal preponderancia en estos últimos años, estos modelos nacieron hace mucho tiempo como una apuesta de las automotrices a buscar nuevos caminos en la configuración de los vehículos. Hay diferentes precursores que se fueron posicionando como emblemas en diferentes características. Por ejemplo, el Suzuki Jimmy fue uno de los primeros que equipó tracción integral, el Ford Bronco irrumpió en la mercado estadounidense en la década del 60 y Land Rover demostró en sus modelos todo lo que podían ofrecer en condiciones extremas.
Las décadas del 50, 60 y 70 fueron las que mostraron las primeras unidades de los SUV que llegaban derivados de otros vehículos. Recién en los 80 comenzaron a idearse y producirse modelos que desde su origen nacían como SUV. Pasaron más de 30 años desde que Suzuki decidió crear el Vitara, apostando por un diseño y tipología de automóvil absolutamente innovador por aquel entonces. Un año después, en 1988, se presentó en sociedad este modelo que combinaba las características de los actuales modelos: diseño atractivo, carrocería elevada y compacta, buen confort de marcha en ciudad y grandes capacidades para desenvolverse fuera del asfalto.
Uno de los primeros Vitara que se conocieron en el mundo (Suzuki)
En la actualidad, los SUV son los modelos más deseado y que marcan tendencia en la industria. Las cifras de ventas en el mundo y la aparición de prototipos innovadores son una muestra clara que las automotrices apuntan a poner todos sus recursos en la creación de nuevos vehículos para este segmento.
El primer SUV moderno se concibió hace 30 años
Los SUV no son una simple moda y han llegado para quedarse. Y es que este tipo de automóviles presenta numerosas ventajas: posición de conducción elevada (que otorga más visibilidad en el tránsito, y hace más cómodo el subir y bajar del auto), robustez y seguridad, espacio interior y capacidad de carga y posibilidades offroad.
También se conoció como Sidekick en el mercado estadounidense (Suzuki)
La idea de Suzuki con la llegada del Vitara fue fusionar varias tipologías de autos en un solo modelo. Por un lado, era un vehículo robusto y capaz de desempeñarse de buena marca fuera del asfalto, pero esas aptitudes y capacidades no debían imponerse por sobre su andar en la ciudad y en la ruta.
Desde la primera impresión, la compacta carrocería tres puertas no tenía nada que ver con los voluminosos 4x4 que ya estaban en el mercado. Su identidad partía de unas líneas simples que le daban un diseño urbano y atractivo, pero al mismo tiempo sumaba elementos diferenciales para darle una impronta más aventurera, tales como su icónico portón trasero en el que iba anclada el neumático de auxilio.
Esa primera generación fue la que comenzó con la rica historia del modelo. Con un motor naftero de 1.6 litros y 80 CV y unas reducidas dimensiones (3,56 metros de longitud y menos de 1.000 kilogramos de peso), respondía a la perfección con el objetivo que tenía: moverse con agilidad fuera y dentro del asfalto.
Después de su primer impacto, el Vitara siguió creciendo y Suzuki amplió la oferta en el mercado mundial. Llegó una nueva gama de motorizaciones, con mecánicas diésel y un V6 de 2 litros y 134 CV que daban más potencia. Igualmente, las mejoras en la carrocería se iban haciendo evidentes y nacía la primera versión con techo trasero metálico; y también la de 5 puertas, que aumentaba en tamaño y capacidad interior.
La primera generación se comercializó en los cinco continentes y convirtió al Vitara como uno de los modelos bandera de Suzuki durante sus primeros diez años de vida, en los que superó el millón de unidades producidas.
Segunda generación: la primera con siete plazas
Al igual que la primera, la segunda generación del Vitara también perduró muchos años en el mercado. Presentada en 1998, esta pasó a llamarse Suzuki Grand Vitara. En líneas generales, se modificó su diseño con unas líneas más dinámicas y un interior mucho más sofisticado. Además, el chasis evolucionó para mejorar el comportamiento y calidad de marcha en asfalto.
Como detalles prácticos, desapareció la palanca de la reductora. Ahora, el conductor podía cambiar de 4x2 a 4x4 con un botón en el habitáculo. En 2001, apareció la Grand Vitara XL-7 que ofrecía la posibilidad de llevar hasta siete pasajeros. Basado en el de 5 puertas, el XL-7 tenía una distancia entre ejes 320 mm superior y 485 mm más de longitud total.
Tercera generación: Más y mejor tracción
En 2005 llegó la tercera generación, que seguía profundizando en el concepto SUV y alejándose de los todoterrenos convencionales. Suzuki introdujo retoques en el diseño, un tamaño un poco más reducido, control de emisiones y un amplio abanico de actualizaciones para hacer del Grand Vitara un SUV acorde a los nuevos tiempos.
Una de las grandes novedades fue la incorporación de un chasis monocasco con dos barras longitudinales integradas y suspensiones independientes en las cuatro ruedas. Además, equipaba un sofisticado sistema 4WD de tracción total con cuatro modos de conducción, que podía activarse desde el cuadro de mandos.
Cuarta generación: regreso a los orígenes
Casi diez años después, en 2014, llegó la cuarta generación que regresó a sus orígenes por su filosofía y recuperó la nomenclatura de Suzuki Vitara.
Un nuevo modelo que incluyó todo lo que un SUV urbano necesitaba ofrecer para ese momento del mercado. Sumó las últimas soluciones en conectividad e infoentretenimiento, que se controlan desde una amplia pantalla táctil. Lo mismo sucedió en materia de seguridad, donde el Vitara incorporaba algunos asistentes de conducción, como el sistema de asistencia a la frenada o el control de crucero adaptativo.
Por el lado de su motorización, la marca comenzó a ofrecer en los diferentes mercados dos opciones mecánicas que estaban compuestas por unidades nafteras o diésel, ambas de 1.6 litros que disponían de 120 y 140 CV, respectivamente. El 2020 trajo novedades con el arribo de la tecnología microhíbrida de 48 voltios. Este sistema se adaptó del 1.4 litros turbo que ya equipaba el modelo. La parte eléctrica es capaz de aportar 10 kilovatios, poco más de 13 caballos, en función de las necesidades de la conducción.
A más de 7 años de la llegada del último modelo, la marca comenzó a pensar como será la próxima generación que seguramente incorporará las mismas características de siempre junto a las recientes tecnologías de movilidad y seguridad para seguir siendo un referente en el segmento.